R e s c a t a n d o R a í c e s
O s u n a P a n a d e r í a
Pero no, no se trataba de trucos mágicos sino de una amplia sabiduría heredada, casi ancestral, que las Petras (las primeras especialistas en panadería tradicional Suachuna) habían conservado cuidadosamente entre los suyos, y para el deleite y orgullo de todo el pueblo los ingredientes eran tan autóctonos que sabían enteramente a Suacha. Así, la leche, la manteca de cerdo, el maíz, la harina, los huevos, el agua y las manos laboriosas de las señoras y abuelitas sabias; todo ese conjunto de productos y vidas, nacieron en una misma tierra, como resultado tal mezcla no podría producir otra cosa que una amalgama de sabores con únicos que daban cuenta de las raíces y una poderosa identidad, arraigo y pertenencia sobre la patria del sol varón.
Pronto el linaje de las Petras se iría difuminando entre la memoria colectiva; los secretos caseros, las recetas, todo culminaría y quedaría rezagado en el olvido. También los Bejarano quienes al igual que las Petras se habían dedicado a preparar el pan autóctono del municipio, desaparecerían. De a poco a Suacha fueron llegando modernas panaderías dejando tras de sí el valioso legado de las Petra y los Bejarano. Pero, la historia no concluiría ahí, sería la familia Osuna oriunda de Suacha, quienes en el año 2001 se darían a la tarea de rescatar la tradición panadera que antaño brillaba en el municipio.
De este modo, Don Arturo Osuna quien ya había culminado su ciclo laboral, decidió junto a sus hijos, un diseñador industrial y una ingeniera de alimentos, conformar empresa. Pero no sería un establecimiento cualquiera, desde el comienzo el negocio se pensó desde el rescate de las raíces gastronómicas Suachunas. Así que los hijos de Don Arturo, empezaron a investigar cuales eran esos productos de panadería que hacían antes las abuelas del municipio y como los hacían. Así, obtuvieron las recetas, hablando con los abuelos y por supuesto, como ya no había nadie quien los asesora con respecto a la preparación decidieron realizar los productos a prueba y error, hasta dar con el sabor exacto, ya teniendo los ingredientes exactos y la preparación exacta, solo faltaba el veredicto final, es decir, la aprobación de los abuelos, de las personas mayores que de niños disfrutaban comiendo pan en la plaza. Los osuna lo lograron, recrearon el sabor fiel al pasado.
Ya han pasado 15 años desde entonces, en los que los Osuna mantienen viva la tradición haciendo los productos literalmente a mano, y aunque en Osuna panadería se preparan otro tipo de panes con métodos más tecnificados los que se han hecho de manera artesanal son los que resaltan entre los comensales ejemplo de ello es la popular chicharrona media luna, el pan vaso, pan de maíz y roscones rebosados.
Antaño La mogolla chicharrona se hacía solamente los jueves, porque lo típico de los pueblos era preparar los productos intercalados debido a que uno de los ingredientes esenciales era la manteca de cerdo, que de por si no resultaba nada fácil de conseguir, así que solo se hacía durante días especiales. Los Osuna, recolectaron toda esa información y prepararon cuidadosamente la receta de la chicharrona media luna, teniendo cuidado de encargar la mejor manteca de cerdo, ya que en la mayoría de lugares la preparan muy salada y eso según, Maritza Osuna -la hija de Arturo Osuna-, duerme la masa y cambia los sabores.
Por otro lado, está el tradicional pan vaso que, sin duda, da cuenta de la cultura Soachuna, en el sentido en que la base de su preparación es el suero de leche y una de las mayores fuentes de ingreso del municipio siempre fue la producción de leche. Entorno a la producción lechera se han tejido memorables historias, empezando por los lazos fraternos que se iniciaron en ese contexto y que se ha mantenido por muchas generaciones, aportando significativamente en la construcción social-comunitaria del municipio desde sus cimientos.
El pan vaso es un producto muy exclusivo porque su preparación debe ser concienzuda, lenta y en extremo cuidadosa. Se moja con panela y para ello se debe hacer un trabajo especial con el propósito de encontrar el punto exacto del “melao” y al estar preparado con el suero de la leche, el resultado es uno de los panes más suaves y esponjosos que se ofrece en la panadería. El modo en que se prepara el pan vaso lo hace netamente Soachuno, no se encuentra en otro lugar con esas características únicas con las que en Osuna lo preparan.
Osuna panadería, es como una capsula del tiempo capaz de remontarnos al ayer, que nos recuerda por medio de las texturas y sabores a las abuelas de antaño que recorrían la plaza con sus canastas llenas de pan y magia para encantar el paladar de los vecinos y amigos, de los moradores de esa Soacha histórica -ancestral de la que todos estamos enamorados.

Cuenta la historia que hace mucho tiempo existió en el municipio de Suacha un grupo de mujeres dedicadas a amasar pan, y lo cocinaban con tanto amor que muchos de los comensales del pueblo dudaban si tras la preparación de tales manjares se escondía algo de magia.